Utilizaremos os termos Gnoseologia e Crítica, como outras possíveis denominações da chamada Teoria do Conhecimento, lembrando o primeiro parágrafo do tratado de José Maria de Alejandro, “Gnoseología”.
La primera cuestión que se presenta es la del nombre con que ha de designarse un tratado sobre el conocimiento humano. Y la cuestión no es fácil, ya que la multiplicidad de denominaciones es impresionante. Se le llama epistemología (Coffey, Noel), noetica (Maritain), criteriología (Mercier, Jeanniére), gnoseología (Zamboni), lógica maior (Vanni Rovighi), theoria cognitionis critica (Naber), critica (De Vries, Donat, Morandini, Veuthey, etc.). Kant habla de noogonia, fijándose más en el aspecto psicológico, y otros críticos usan diferentes términos, como metafísica defensiva, lógica material, metafísica fundamental, teórica de la ciencia, etc.
Esta multiplicidad no es arbitraria; está fundada en matices diferentes, en tradiciones de escuela, en1 usos más o menos atrasados y de raigambre medieval, como, por ejemplo, el término de lógica maior, casi sin sentido en una verdadera Crítica.
Modernamente se ha ido suprimiendo el término epistemología, de raíz platónica, de tal manera que suele admitirse como menos propio de nuestro tratado.
Sin embargo, hay que reconocer la irregularidad de semejante proceder.
Efectivamente, el término epistemología suele hoy entenderse como filosofía de las ciencias. Pero la Crítica es en sí misma y esencialmente una filosofía de la ciencia y de las ciencias. En nuestro concepto, y admitiendo la limitación moderna del término, la epistemología no es sino una parte, y muy importante, de la Gnoseología, a saber, la parte del valor gnoseológico de la inducción.
No creemos que se pueda plantear un problema serio sobre la denominación a seguir. Sin embargo, atendiendo al contenido real de una filosofía del conocimiento, el término Crítica señala históricamente un origen. La Crítica de la razón pura de Kant señala el momento de la aparición en el mundo filosófico del justamente llamado período crítico (1781).
Pero, además, etimológicamente parece acertado, ya que el verbo griego krinein, juzgar, nos lleva muy directamente a la entraña gnoseológica, por cuanto es en el juicio donde se consuma la verdad y la certeza.
En la actualidad va adquiriendo más importancia el término Gnoseología, para señalar más agudamente las diferencias que la separan de la Psicología y de la Lógica. Nosotros nos inclinamos por la denominación Gnoseología antropológica, por las razones que indicamos en la Introducción.